Levantarse varias veces durante la noche para ir al baño puede parecer algo trivial, pero cuando se convierte en una rutina, afecta directamente la calidad del sueño y el bienestar diario. Este fenómeno, conocido como nicturia, puede tener múltiples causas que varían según el sexo, la edad y el estado de salud general.
En las mujeres: tres factores clave
En el caso de las mujeres, varios elementos pueden influir directamente en la frecuencia de las micciones nocturnas:
1. Un perineo debilitado
Después del embarazo, el parto o simplemente con el paso de los años, el suelo pélvico puede perder firmeza y tono. Este debilitamiento reduce el control sobre la vejiga, lo que se traduce en deseos más frecuentes de orinar, incluso durante la noche.
2. Vejiga hiperactiva
La llamada vejiga hiperactiva es un trastorno funcional que hace que el órgano envíe señales de urgencia incluso cuando no está completamente lleno. Esto puede provocar la necesidad repentina de orinar tanto de día como de noche, a veces sin dar tiempo suficiente para llegar al baño.
3. Cambios hormonales
Durante la menopausia, la disminución de los niveles de estrógeno afecta los tejidos del aparato urinario. Este cambio puede generar irritación, pérdida de elasticidad y mayor frecuencia de los deseos nocturnos.