Es una escena que derrite corazones: estás hablando con tu perro, y de pronto inclina la cabeza hacia un lado, como si intentara entender cada palabra. Ese gesto tan adorable ha sido motivo de curiosidad para muchos dueños de mascotas, y la ciencia, poco a poco, ha comenzado a revelar qué hay detrás de esta acción. Aunque puede parecer simplemente una muestra de ternura, la inclinación de la cabeza canina tiene explicaciones concretas relacionadas con la audición, la visión, la comunicación y la empatía.
Uno de los motivos más aceptados por los expertos tiene que ver con la forma en que los perros procesan los sonidos. Cuando un perro inclina la cabeza, lo que está haciendo, en muchos casos, es tratar de localizar con mayor precisión el origen de un sonido. Al cambiar la posición de sus orejas y mover ligeramente la cabeza, logra percibir mejor desde qué dirección proviene una voz o un ruido. Esta habilidad resulta especialmente útil cuando intentan interpretar lo que decimos, ya que algunos perros son capaces de reconocer palabras específicas e incluso asociarlas a objetos o acciones.
