¿Por qué no es recomendable guardar objetos de alguien que ya falleció? Una reflexión profunda sobre el apego, la energía y el duelo

En lugar de guardar cada cosa, puedes crear un espacio de homenaje. Un pequeño rincón con una foto, una vela, una carta o un detalle que simbolice su presencia. Así, en lugar de tener una casa llena de tristeza, tendrás un punto de conexión lleno de amor y gratitud.

También puedes honrar su memoria haciendo algo que a esa persona le hubiera gustado: plantar un árbol, ayudar a alguien, o continuar un proyecto que le apasionaba. Esa es una manera hermosa de mantener vivo su legado sin quedarte estancado en el pasado.

8. El poder de dejar ir
Soltar no es perder. Es dejar espacio para que la vida siga su curso. Cada objeto que entregas, cada prenda que liberas, es un paso más hacia tu sanación. El recuerdo no se borra, simplemente cambia de forma: deja de estar en las cosas y pasa a estar en el corazón.

Guardamos cosas para no sentir vacío, pero cuando aprendemos a confiar en que el amor no desaparece con la muerte, comprendemos que no necesitamos objetos para mantener el vínculo. El verdadero recuerdo está en lo que fuimos cuando esa persona estuvo con nosotros, en cómo nos hizo sentir, en las huellas que dejó en nuestra alma.

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