Un barco que también desaparece
Al igual que los cuerpos, el Titanic se está desintegrando. Las bacterias que se alimentan de hierro corroen lentamente el casco.
Los expertos creen que, en unas décadas, solo quedarán marcas en el fondo del océano: un campo de óxido donde una vez yació el barco más famoso del mundo.
⚡ Dato curioso: Ballard afirmó que, al encontrar pares de zapatos juntos en el lecho marino, es casi seguro que allí yacen cuerpos. Los zapatos resisten, pero sus dueños fueron arrastrados por el océano.
El misterio de los cuerpos del Titanic no es sobrenatural, sino natural: el océano es un poderoso agente de transformación.
Conservó los objetos, pero borró las huellas humanas, recordándonos que el tiempo y el mar tienen su propia manera de concluir las historias.
Aun así, el Titanic permanece vivo en la memoria colectiva, no por los cuerpos que nunca se encontraron, sino por las vidas que se perdieron y la fascinación perdurable que evoca el barco.