Ese pequeño toque eléctrico que a veces sentimos al saludar a alguien o al rozar su piel se debe a la electricidad estática. No ocurre al azar: es un fenómeno natural en el que las cargas eléctricas acumuladas en los cuerpos buscan equilibrarse.
Cómo ocurre
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La electricidad estática se produce cuando dos superficies con distinta carga entran en contacto.
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Si una persona tiene exceso de electrones y toca a otra con carga neutra o contraria, los electrones se desplazan rápidamente, generando la chispa que sentimos.