Coloca las galletas en una licuadora o procesador y tritúralas hasta obtener un polvo fino.
Si prefieres, puedes ponerlas en una bolsa y machacarlas con un rodillo.
2️⃣ Prepara la mezcla
En una cacerola grande, vierte la leche y el azúcar.
Calienta a fuego medio y remueve hasta que el azúcar se disuelva por completo.
Luego, añade las galletas trituradas poco a poco mientras sigues removiendo para evitar grumos.
3️⃣ Cocina hasta espesar
Sigue removiendo la mezcla durante unos 10-12 minutos, hasta que comience a espesar y tenga una textura de crema densa.
El secreto está en no dejar de remover para que no se pegue ni se formen grumos.