Salmón, atún, sardinas o caballa son fuentes de ácidos grasos omega 3, que mejoran la función cerebral y reducen la inflamación, lo cual puede aumentar la vitalidad.
Recomendación: Consumir pescado al menos dos veces por semana.
Frutos Secos y Semillas
Las almendras, nueces, semillas de girasol y chía son alimentos concentrados en energía, ricos en grasas saludables, proteína y magnesio. Este último es clave para combatir el cansancio.
Consejo práctico: Lleva un puñito de frutos secos en tu bolso para picar entre comidas.
Huevos: Proteína Completa y Vitamina B12
Los huevos contienen todos los aminoácidos esenciales y son una excelente fuente de vitamina B12, fundamental para la producción de glóbulos rojos y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Sugerencia: Un desayuno con huevo cocido o en tortilla es una opción saludable y energética.
Agua: Energía que No se Ve
La deshidratación es una causa común de fatiga en adultos mayores. Muchas veces se confunde el cansancio con falta de hidratación. Beber suficiente agua (mínimo 6-8 vasos al día) ayuda a mantener la mente alerta y el cuerpo activo.
Tip: Agrega rodajas de limón o pepino para darle sabor al agua y facilitar su consumo.