¿Quién crees que está cometiendo el mayor error?

¿Cuál es, entonces, la respuesta?

Si has elegido al chico del sombrero rojo (número 4) como el gran perdedor del juego, ¡enhorabuena! Es quien comete el error más garrafal. Corta directamente la rama en la que está sentado, lo que le condena a una caída segura.

Un error obvio, pero terriblemente humano: actuar sin ser consciente de las consecuencias inmediatas de las propias decisiones.

La lección oculta tras el rompecabezas
Este divertido ejercicio nos recuerda una verdad universal: antes de actuar, siempre es mejor reflexionar.
¿Cuántas veces reaccionamos impulsivamente, sin analizar la situación? ¿
Cuántas veces tomamos una decisión precipitada que, con un poco más de reflexión, habría sido completamente diferente?

En la vida cotidiana, “cortar la rama en la que estás sentado” puede adoptar mil formas: aceptar un proyecto para el que no tienes tiempo, decir que sí cuando quieres decir que no, o ignorar un problema con la esperanza de que se resuelva solo.

La clave está en aprender a observar antes de actuar .

Así que, la próxima vez que te encuentres ante una decisión importante, piensa en esta imagen: cuatro niños, un árbol, una sierra… y un solo error que lo cambia todo.

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