Ajusta los condimentos a tu gusto: puedes añadir más hierbas o un toque de picante si lo deseas.
Para un contraste interesante, prueba acompañar la rabada con una farofa de banana, que aporta un toque dulce y crujiente.
El puré de mandioquinha es otra excelente opción, creando una textura cremosa que contrasta con la intensidad de la carne.
Conclusión
La rabada que se deshace en la boca no es solo una receta, es una experiencia gastronómica que reúne a todos alrededor de la mesa. Con un tiempo de preparación adecuado y los ingredientes correctos, obtendrás un guiso lleno de sabor, aroma y textura que hará que tus comidas sean inolvidables. ¡Disfruta de este manjar y sorprende a tus comensales con cada bocado!