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Activar la levadura:
En un bol, mezcla la levadura, el azúcar y la leche tibia.
Deja reposar unos 15 minutos hasta que la mezcla esté espumosa. -
Formar la masa:
Añade la harina, la sal y la mantequilla blanda.
Amasa durante 8 a 10 minutos (a mano o con amasadora) hasta obtener una masa lisa, elástica y suave. -
Primer levado:
Coloca la masa en un bol ligeramente engrasado, cúbrela con un paño y déjala reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que duplique su tamaño. -
Dar forma a los panes:
Divide la masa en 4 porciones iguales.
Forma los panes alargados o redondos, según prefieras. Colócalos en una bandeja con papel de hornear. -
Segundo levado:
Cubre nuevamente y deja reposar durante 45 a 60 minutos, hasta que vuelvan a inflarse. -
Horneado:
Precalienta el horno a 200–230 °C (400 °F).
Hornea los panes durante 20 minutos, hasta que estén dorados y suenen huecos al golpear la base. -
Enfriar y disfrutar:
Deja enfriar sobre una rejilla antes de servir.
💡 Consejos extra
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Puedes pincelar con huevo batido o leche antes de hornear para un acabado brillante.
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Añade semillas de sésamo o amapola encima para un toque decorativo.
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Este pan se conserva bien en una bolsa hermética durante 2 días o se puede congelar.