Preparación:
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Base del pastel:
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Triturar las galletas hasta hacer polvo.
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Mezclar con la mantequilla derretida hasta obtener una masa homogénea.
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Presionar la mezcla en el fondo de un molde para tartas y refrigerar 10–15 minutos.
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Relleno cremoso:
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Batir el queso crema con el azúcar hasta que esté suave.
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Añadir la crema para batir y la vainilla, y continuar batiendo hasta que esté todo integrado.
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Montaje:
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Verter la mezcla cremosa sobre la base de galleta.
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Alisar con una espátula y refrigerar mínimo 4 horas (ideal toda la noche).
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Decoración:
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Antes de servir, decorar con frutas frescas, mermelada o chocolate rallado según tu gusto.
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Consejo: Para un pastel más firme, puedes añadir 2 hojas de gelatina hidratadas a la mezcla de queso crema antes de refrigerar