Instrucciones:
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1. Preparar la corteza (opcional):
Mezcle la harina, el azúcar, la mantequilla, la sal y la yema de huevo hasta formar una masa suave.
Presione en un molde desmontable engrasado y forrado hasta cubrir la base y hasta la mitad de los lados.
Enfriar mientras se prepara el relleno.
2. Prepara la masa de natillas de limón:
Precaliente el horno a 325°F (160°C).
eparar los huevos. Batir las yemas con el azúcar hasta que estén pálidas y cremosas.
Mezcle la mantequilla derretida, la ralladura de limón, el jugo de limón y la vainilla.
Añade la harina y mezcla hasta que quede suave.
Añade lentamente la leche tibia y bate hasta que esté bien mezclado. La masa quedará muy líquida.
En un recipiente limpio, bata las claras de huevo con una pizca de sal hasta que se formen picos firmes.
Incorpore suavemente las claras de huevo a la masa en tres partes (no mezcle demasiado, no hay problema con que queden algunos grumos).
3. Hornear:
Vierta la masa sobre la corteza (o directamente en el molde forrado si no tiene corteza).
Hornee durante 50-60 minutos hasta que la superficie esté dorada y cuajada. El centro aún debe estar ligeramente tembloroso.
Déjalo enfriar por completo y luego refrigéralo por unas horas o durante la noche.
4. Servir:
Espolvorear con azúcar glas.
Decorar con rodajas de limón.
Corta y disfruta las capas tipo natillas.
Variaciones
Para un toque más ácido, prueba a añadir una cucharada de zumo de lima junto con el de limón para realzar el sabor cítrico. Si prefieres una crema pastelera más cremosa, sustituye la mitad de la leche por nata para montar para una textura más cremosa. Para una versión sin gluten, sustituye la harina común por harina de almendras o una mezcla de harinas sin gluten, asegurándote de que la base y el relleno mantengan su estructura.
Si te gusta un toque afrutado, añade puré de frambuesa o arándano a la masa antes de hornear para lograr una fusión de frutos rojos y limón. Los amantes del chocolate pueden añadir una capa de ganache de chocolate entre la base y la crema pastelera o espolvorear chispas de chocolate por encima antes de hornear. Para un toque tropical, sustituye la ralladura de limón por ralladura de naranja o lima y decora con coco rallado tostado.
Para un postre más ligero, omite la base y hornea las natillas en ramequines individuales para una presentación elegante. También puedes experimentar con hierbas como tomillo o albahaca infusionadas en la leche tibia para un toque aromático sutil. Si te sientes aventurero, una pizca de cardamomo o canela en las natillas añade notas cálidas y especiadas que combinan a la perfección con el limón.
Consejos
Asegúrese de que todos los ingredientes, especialmente los huevos y la leche, estén a temperatura ambiente para obtener una crema suave y sin grumos. Al incorporar las claras de huevo, incorpórelas con suavidad para mantener la textura ligera del postre.
Si la parte superior se dora demasiado rápido durante la cocción, cúbrala sin apretar con papel de aluminio para evitar que se queme mientras se asienta el centro.
Para obtener una mejor corteza, presione la masa de manera uniforme y firme en el molde para evitar grietas o una cocción desigual.
Si la crema pastelera se agrieta al enfriarse, no te preocupes, es normal y seguirá estando deliciosa. Para realzar el sabor a limón, deja la ralladura en remojo en la leche tibia durante 10 minutos antes de incorporarla a la masa.
Para comprobar si está listo, los bordes deben estar firmes y el centro debe vibrar ligeramente al agitarlo. La crema pastelera se irá endureciendo al enfriarse.
Para obtener rebanadas limpias, use un cuchillo afilado humedecido en agua caliente y séquelo entre cada corte. Si lo sirve frío, deje reposar el postre a temperatura ambiente de 10 a 15 minutos para que se ablande un poco y consiga una textura óptima.
Cómo almacenar
Guarde el postre frío en un recipiente hermético o cubierto con film transparente en el refrigerador hasta por 3 días. La textura de la crema pastelera puede endurecerse con el tiempo, pero conservará su sabor.
Si ha añadido azúcar en polvo o aderezos, aplíquelos justo antes de servir para evitar que se empapen.
Para una conservación más prolongada, puedes congelar el postre (sin los ingredientes) hasta por un mes. Déjalo descongelar en el refrigerador durante la noche antes de servir.
Tenga en cuenta que la textura puede cambiar ligeramente después de congelarla, volviéndose más densa. Si guarda rebanadas individuales, sepárelas con papel vegetal para evitar que se peguen.
Para mantener la frescura, evite dejar el postre a temperatura ambiente durante más de 2 horas. Si lo prepara con antelación, hornee la base y la crema pastelera por separado y luego móntelas antes de servir para que la base se mantenga crujiente.
Para preparar las comidas, divida el postre en porciones individuales para tener bocadillos fáciles de tomar y llevar durante la semana.
Conclusión
Este postre de crema pastelera de limón ofrece un delicioso equilibrio entre acidez y dulzura, con una textura cremosa que se derrite en la boca. Ya sea con base de mantequilla o sin ella, es un postre versátil que puedes personalizar a tu gusto. Sus capas ligeras y esponjosas lo hacen perfecto para cualquier ocasión, desde reuniones informales hasta cenas elegantes.
Con ingredientes sencillos y técnicas fáciles, esta receta es accesible para reposteros de todos los niveles. La opción de prepararla con antelación garantiza una velada sin estrés, y las variaciones permiten una creatividad sin límites. Sírvela fría con un toque de azúcar glas y disfruta del refrescante toque de limón en cada bocado.