Cortá el pan en trozos pequeños y colocalo en un bol grande. Agregá la leche caliente y dejalo reposar unos minutos hasta que se ablande completamente.
Consejo: Para una textura más homogénea, podés pisarlo con un tenedor o procesarlo después de remojarlo.
2. Preparar la mezcla
En una licuadora o procesadora, mezclá el pan remojado con los huevos, la leche condensada, la maicena y media taza de dulce de leche. Procesá hasta obtener una preparación cremosa y sin grumos.
3. Hacer el caramelo
- Colocá el azúcar en una sartén a fuego medio y dejá que se derrita sin revolver hasta que tome un color dorado.
- Vertelo inmediatamente en un molde para flan, moviéndolo para que cubra toda la base.
Tip: Para que el caramelo quede más brillante y no se endurezca demasiado, agregale unas gotas de jugo de limón mientras se derrite.
4. Agregar las pasas de uva
Si vas a usar pasas, pasalas por un poco de harina antes de incorporarlas a la mezcla. Esto evitará que se hundan en el fondo del molde.
5. Verter la mezcla en el molde
Colocá la mezcla en el molde caramelizado y asegurate de distribuir bien las pasas.