Vierte la mezcla en el molde caramelizado.
Cubre el molde con papel aluminio para evitar que entre agua.
Coloca el molde en una bandeja profunda con agua caliente (baño maría).
Hornea en el horno precalentado a 180°C durante unos 45-50 minutos, o hasta que el pudin esté cuajado (puedes comprobarlo insertando un palillo, debe salir limpio).
Saca el pudin del horno y deja que enfríe a temperatura ambiente. Luego mételo en la nevera durante al menos 2 horas para que termine de asentarse.
Desmóldalo con cuidado, pasando un cuchillo por los bordes si es necesario, y dale la vuelta sobre un plato grande.
