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Disuelve la levadura en la leche tibia con un poco de azúcar.
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Mezcla la harina, el azúcar y la sal en un bol grande.
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Añade el huevo, la mantequilla y la levadura activada.
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Amasa hasta que quede una masa elástica y homogénea.
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Cubre y deja reposar 1 hora hasta que duplique su tamaño.
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Forma bollitos, colócalos en una bandeja y deja reposar 30 minutos más.
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Hornea a 180 °C durante 15-20 minutos o hasta que estén dorados.
💡 Consejo: el secreto de estas masas está en el reposo y levado. Déjalas duplicar su tamaño para obtener una textura suave, esponjosa y aireada.