‘Recurso para la cena de Navidad’: Solo 4 ingredientes. Lo preparo cada Navidad cuando necesito algo infalible.

Precaliente el horno a 375 °F (190 °C). Engrase ligeramente una fuente para hornear de 9×13 pulgadas o una fuente similar. Seque el pollo con papel absorbente y retire el exceso de grasa. Coloque las piezas de pollo en una sola capa en la fuente para hornear preparada.
En un tazón mediano, bata la crema de pollo condensada y la sopa de cebolla francesa condensada hasta que la mezcla esté suave y uniforme. No necesita agregar agua; la textura condensada ayuda a crear una salsa cremosa mientras se hornea.
Vierta la mezcla de sopa uniformemente sobre el pollo, asegurándose de que cada pieza esté bien cubierta y la salsa se distribuya por toda la fuente.
Cubra bien la fuente para hornear con papel aluminio y hornee durante 25 a 30 minutos, o hasta que el pollo esté bien cocido y alcance una temperatura interna de 74 °C (165 °F).
Retire con cuidado el papel aluminio y espolvoree el queso suizo o gruyère rallado uniformemente sobre el pollo y la salsa.
Regrese la fuente al horno, sin tapar, y hornee durante 10 a 15 minutos más, o hasta que el queso se derrita por completo, burbujee por los bordes y tenga algunas zonas ligeramente doradas. Saque del horno y deje reposar la cazuela de 5 a 10 minutos antes de servir. Este breve reposo permite que la salsa espese un poco y facilita la preparación de las porciones. Sirva el pollo con abundante salsa de cebolla por encima.

Anuncio
Variaciones y consejos
Para realzar aún más el sabor de la cebolla francesa, puede añadir una capa de textura esparciendo un puñado de crutones sazonados o rebanadas de baguette tostadas trituradas sobre el queso antes del horneado final; imitarán la cobertura de pan de la clásica sopa de cebolla francesa. Si prefiere carne oscura, sustitúyala por muslos de pollo deshuesados ​​y sin piel para obtener un corte más rico y jugoso que se mantiene jugoso incluso si se hornea demasiado. Para un toque más complejo, añada una cucharadita de mostaza Dijon o un chorrito de vino blanco seco a la mezcla de la sopa; ambos realzarán los sabores sin añadir ingredientes adicionales a su lista de preparación. También puedes experimentar con el queso: el gruyère es tradicional, pero una mezcla de queso suizo y un poco de mozzarella le dará sabor y una textura más fundente. Si cocinas para una familia pequeña, hornea la cazuela en dos platos pequeños y congela uno (antes de añadir el queso) para una próxima comida; simplemente descongélalo, cúbrelo con queso y hornéalo hasta que esté bien caliente. Por último, si quieres más verduras sin complicar la receta, coloca una capa de cebolla o champiñones finamente picados alrededor del pollo antes de añadir la sopa; se ablandarán y absorberán los mismos sabores que el pollo.

Leave a Comment