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Cocinar las remolachas:
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Hierve o cocina al vapor las remolachas hasta que estén tiernas (aprox. 30–40 minutos).
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Deja que se enfríen un poco y córtalas en rodajas o cubos según prefieras.
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Preparar el líquido de escabeche:
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En una cacerola, mezcla el vinagre, agua, miel y sal.
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Calienta suavemente hasta que la miel se disuelva y el líquido esté tibio.
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Llenar el frasco:
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Coloca las remolachas en un frasco limpio.
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Añade ajo, granos de pimienta o hierbas si deseas darle más sabor.
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Verter el líquido:
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Vierte cuidadosamente el líquido tibio sobre las remolachas, asegurándote de que queden completamente cubiertas.
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Enfriar y refrigerar:
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Deja que el frasco se enfríe a temperatura ambiente.
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Cierra y refrigera al menos 24 horas antes de consumir. El sabor mejora después de 2–3 días.
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