casi hasta que esté caliente. Verterlo en un bol, añadir la harina tamizada y mezclar con una espátula hasta obtener una mezcla homogénea. Añadir la leche tibia (a temperatura ambiente) y volver a mezclar. Incorporar también 5 yemas de huevo y 1 huevo entero.
Por separado, batir las claras restantes (5), añadiendo poco a poco la sal, el zumo de limón, la vainilla y el azúcar granulado. Mezclar hasta obtener una espuma firme y brillante, al menos 5 minutos. Añadir 2 o 3 espátulas de espuma a la mezcla de yemas y mezclar cuidadosamente hasta obtener una mezcla homogénea. A continuación, verter la masa sobre la espuma restante y mezclar con movimientos circulares de abajo a arriba.
Forre un molde para hornear de 10 x 20 cm (o un molde redondo de 18 cm) con papel vegetal y transfiera la masa. Alise la masa golpeando ligeramente el molde. Coloque el molde en otro molde con agua tibia. El nivel del agua debe ser de 1,5-2 cm.
Meta todo en un horno precalentado a 170 °C (340 °F) durante 20 minutos. ¡No abra la puerta del horno durante este tiempo! Después de 20 minutos, reduzca la temperatura a 150 °C (300 °F) y hornee el bizcocho durante 50-60 minutos más.
Apague el fuego y deje que el bizcocho se enfríe lentamente en el horno sin abrir la puerta durante 15 minutos. A medida que se enfría, se endurecerá ligeramente. Luego, desmolde, retire el papel vegetal y deje que se enfríe por completo.
Nota: La temperatura de horneado y las características de cada horno son los factores más importantes en esta receta. Si la temperatura del horno fluctúa, el bizcocho se bajará de tamaño o quedará sin hornear.