Crujientes, intensas y adictivas: estas rocas de cacahuete y chocolate son el bocado perfecto para acompañar un café, coronar un postre o resolver un antojo dulce en minutos. El contraste entre el chocolate sedoso y el cacahuete tostado crea una textura irresistible, con un toque de sal que potencia todos los sabores. No requieren horno, se preparan con pocos ingredientes y admiten mil variaciones. Ideal para tener en la nevera, llevar a una reunión o preparar con peques. Con unos trucos sencillos para fundir el chocolate y conseguir el punto exacto, te saldrán brillantes, firmes y con un crujido espectacular. Prepáralas hoy y verás cómo desaparecen de la bandeja.
1. Forra una bandeja con papel de horno o una lámina de silicona y deja espacio para colocar las rocas. Este paso evita que se peguen y facilita desmoldarlas.
2. Si los cacahuetes vienen enteros, pícalos groseramente con un cuchillo para combinar trozos y mitades; así se logra mejor estructura y crujido. Reserva.
Pastel de Pascua Polaco
Roscón de Reyes.