Si tienes tiempo, dejar reposar los rollitos en el refrigerador antes de freírlos ayudará a que conserven su forma durante la fritura.
Comprobar la temperatura y el calor del aceite:
Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de añadir los rollitos. Esto ayudará a asegurar un exterior crujiente. Mantén una temperatura constante del aceite para una fritura uniforme.
Escurre el exceso de aceite:
Después de freír, coloca los rollitos sobre papel absorbente para absorber el exceso de aceite. Esto ayuda a que se mantengan crujientes.