Fortalece el cabello y previene la caída
El romero es conocido por estimular la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que favorece el crecimiento capilar. Además, ayuda a regular la producción de grasa y combate la caspa. Por otro lado, los clavos contienen eugenol, un compuesto con propiedades antifúngicas y antibacterianas que protege el cuero cabelludo de infecciones.
Gracias a esta combinación, el cabello luce más fuerte y saludable. Para obtener mejores resultados, se recomienda aplicar aceite de romero y clavos mediante suaves masajes y dejarlo actuar durante 30 minutos antes de enjuagar.
Alivia el dolor muscular y articular
Muchas personas sufren de dolores musculares y articulares debido al ejercicio, el estrés o enfermedades inflamatorias. En este sentido, el romero posee propiedades antiinflamatorias que contribuyen a reducir la hinchazón y aliviar el malestar. Además, los clavos actúan como un potente analgésico natural gracias a su contenido de eugenol.