Las lagartijas, esos pequeños reptiles que solemos ver correteando por jardines o paredes, a menudo tienen un significado más profundo cuando deciden entrar en tu hogar. Para muchos, la aparición de una lagartija en casa puede ser simplemente una coincidencia o parte de la naturaleza. Sin embargo, en varias culturas y tradiciones, su presencia tiene connotaciones especiales que podrían estar enviando un mensaje más allá de lo evidente.
Un símbolo de protección natural
En muchas creencias populares, se dice que las lagartijas traen buena suerte y protección. Su agilidad para moverse rápidamente y su capacidad de sobrevivir en diversos entornos las han asociado con la habilidad de evitar el peligro. Se cree que cuando una lagartija entra en tu hogar, está brindando una especie de protección contra las malas energías o eventos desafortunados. Además, como cazadoras naturales de insectos, actúan como un «filtro» que mantiene a raya a otros bichos no deseados.
¿Un mensaje del universo?
Para quienes creen en la interpretación espiritual de la naturaleza, la lagartija puede ser vista como un mensajero que te invita a hacer una pausa y reflexionar sobre los cambios en tu vida. Se dice que su presencia te anima a adaptarte a nuevas circunstancias, recordándote que, al igual que ellas, debes ser ágil, flexible y capaz de soltar lo que no te beneficia. ¿Estás experimentando un momento de transición? Quizás la visita de una lagartija es un recordatorio de que todo cambio puede ser para bien.