Entre los pequeños hábitos que debilitan los músculos se incluyen saltarse comidas, evitar las proteínas, no hacer suficiente ejercicio y pasar demasiado tiempo sentado o inactivo. La inactividad es incluso el principal factor de riesgo. Y no olvidemos la deficiencia de vitamina D, muy extendida en Francia y que afecta al tono muscular.
Algunas enfermedades silenciosas.
La diabetes, los trastornos de la tiroides, la inflamación crónica e incluso las enfermedades neurológicas pueden exacerbar la pérdida muscular, a veces sin síntomas evidentes.
¿Cómo sabes si tus músculos empiezan a fallar?
¡No necesitas equipo sofisticado para notar las primeras señales! Aquí tienes algunas señales de advertencia a las que debes prestar atención:
Tiene dificultad para levantarse de una silla sin impulso.
Subir escaleras le hace sentir más sin aliento que antes.
Sus brazos y muslos se sienten menos tensos que antes.
Puede tropezar y perder el equilibrio, y puede experimentar mayor fatiga sin motivo aparente.
Si experimenta varios de estos síntomas, una breve consulta con su médico puede ser útil para evaluar la situación.
Proteja sus músculos: buenos hábitos diarios.
