Es como perforar una hoja de papel: hay una entrada y una salida, así que dos agujeros. El mismo principio. En resumen, esta pequeña y traviesa prueba juega con nuestros reflejos, nuestra lógica… y nuestra impaciencia natural.
¿Adivinaste? Si dijiste 8 inmediatamente, felicidades: eres uno de los iniciados. Si no, no te preocupes: la mayoría de la gente se equivoca. Es el tipo de pregunta que divierte e intriga… sin tomarse nunca en serio
. ¿Y si retas a tus amigos? Proponlo durante una comida o un café. ¿Quién se dejará engañar? ¿Quién acertará? ¡Las conversaciones prometen ser animadas! Prueba de que una prenda tan básica como una camiseta puede deparar sorpresas.