● Batir los huevos: En un bol grande, cascar los huevos, añadir una pizca de sal y el eritritol. Batir con batidora eléctrica o de mano hasta obtener una mezcla esponjosa.
● Añadir los líquidos y aromatizantes: Agregar la ralladura de limón y la mantequilla derretida (a temperatura ambiente) y mezclar bien.
● Combinar los ingredientes secos: Tamizar la harina y la levadura en polvo y añadirlas gradualmente a la mezcla, removiendo constantemente para evitar grumos.
● Preparar las manzanas: Lavar y cortar las manzanas en rodajas finas. Mezclarlas en un bol con el zumo de limón para evitar la oxidación y aportar un toque de acidez natural.
● Incorporar las manzanas: Incorporar suavemente las rodajas de manzana a la masa, distribuyéndolas uniformemente.
● Verter en un molde: Forrar un molde de 22-24 cm con papel de horno o engrasarlo ligeramente. Verter la masa y alisarla con una espátula.
● Hornear en horno convencional: Precalentar el horno a 180 °C y hornear el pastel durante unos 40 minutos, o hasta que esté dorado. Comprobar la cocción insertando un palillo en el centro; debe salir limpio.
● Enfriar y glasear: Una vez horneado, dejar enfriar el pastel por completo. Pincelar suavemente la superficie con una cucharada de mermelada de albaricoque ligera para darle brillo y un toque afrutado.
Este pastel de manzana y limón es una receta sencilla pero nutricionalmente equilibrada, que permite disfrutar de un postre suave y aromático con un bajo contenido calórico. Ideal para el desayuno o la merienda, es apto para dietas bajas en azúcar, bajas en calorías y para quienes desean reducir su consumo de productos horneados procesados. La posibilidad de variar la harina o añadir fruta seca permite adaptarlo a las necesidades nutricionales específicas.
¿Cuáles son los beneficios nutricionales del pastel de manzana y limón?
