Soy nutricionista, y esta es mi ingeniosa alternativa al tiramisú: cremosa, rica en proteínas, dulce, saciante, te mantiene saciado durante horas y ¡tiene menos de 200 calorías por ración!

Pelar los plátanos, trocearlos y machacarlos bien con un tenedor hasta obtener un puré suave.

Moler la avena

Colocar 120 g de copos de avena en una batidora y triturar hasta obtener una harina fina. Añadirla al puré de plátano y mezclar.

Añadir cacao y café

Agregar 1 cucharada de cacao en polvo sin azúcar y mezclar. Disuelva el café en agua caliente y viértalo en la masa.

Agregar la avena restante

Incorporar gradualmente los 120 g de copos de avena restantes hasta obtener una consistencia suave pero firme.

Montar la base

Verter la masa en un molde rectangular forrado con papel de horno y alisar la superficie con una espátula.

Preparar la crema ligera

En un bol, mezclar el yogur con el azúcar de vainilla, luego agregar el requesón ligero (o quark). Mezclar todo hasta obtener una crema suave.

Termina y enfría

Extiende la crema sobre la masa, espolvorea con cacao amargo en polvo y deja reposar en el congelador durante unos 20 minutos.

Consejos y variaciones

Puedes enriquecerla con frutos rojos o nueces picadas por encima.

Si prefieres un sabor más intenso, añade una pizca de canela junto con el cacao.

Con ricotta, la crema queda más suave y cremosa, mientras que con quark, queda más firme y rica en proteínas.

Un postre saludable, ligero y versátil: tanto si lo disfrutas en el desayuno para empezar el día con energía como si lo saboreas como un capricho nocturno sin remordimientos, estas gachas de avena y plátano con crema de ricotta conquistarán a todos por su delicioso sabor y sencillez.

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