1. Preparar la masa base
Comienza mezclando la harina con la sal en un tazón grande. Añade el agua poco a poco mientras mezclas con las manos o una cuchara de madera hasta obtener una masa suave y homogénea. Agrega la mantequilla derretida y amasa ligeramente hasta que todo esté bien integrado.
Deja reposar la masa durante 20 minutos, tapada con un paño húmedo, para que se relaje y sea más fácil de trabajar.
2. Preparar el bloque de mantequilla
Coloca los 150 g de mantequilla entre 2 hojas de papel manteca o film transparente. Con un rodillo, estira la mantequilla en un rectángulo de aproximadamente 1 cm de grosor. Refrigérala durante unos 15 minutos para que esté bien fría y firme.
3. Envolver la mantequilla en la masa
Estira la masa base en una superficie ligeramente enharinada, formando un rectángulo. Coloca el bloque de mantequilla fría en el centro y cierra los bordes de la masa como si fuera un sobre. Asegúrate de que la mantequilla quede bien sellada dentro de la masa.
4. Realizar los pliegues
Es momento de comenzar a formar las capas del hojaldre. Estira la masa envuelta en mantequilla en un rectángulo largo. Luego, dobla un tercio de la masa hacia el centro, y luego el otro tercio encima de este, como si fuera un tríptico.
Refrigera la masa durante 15 minutos y repite el proceso de estiramiento y doblado al menos tres veces. Este paso es fundamental para crear las capas características del hojaldre.
5. Preparar el relleno
Mientras la masa reposa, saltea las cebollas picadas en aceite con sal, pimienta negra y hojuelas de pimiento rojo. Agrega las espinacas lavadas y escurridas y cocina hasta que se ablanden. Deja enfriar antes de utilizar.
6. Montar y hornear
Precalienta el horno a 200°C (390°F). Estira la masa una vez más y córtala en rectángulos o círculos, dependiendo de la forma que desees. Coloca una cucharada del relleno de espinacas y cebollas en el centro de cada pieza de hojaldre y cierra formando pequeños paquetes o triángulos.
Pinta con la mezcla de yema de huevo y leche para un acabado dorado y brillante. Hornea durante 20-25 minutos, o hasta que los hojaldres estén dorados y crujientes.
Consejos del maestro amasador:
Controla la temperatura: La mantequilla debe mantenerse fría durante todo el proceso. Si la mantequilla se derrite, perderás la formación de las capas.
No apresures los descansos: El reposo es esencial. No omitas los tiempos de refrigerado entre pliegues, ya que eso ayuda a que la masa adquiera la textura adecuada.
Usa harina de calidad: La harina es clave en la textura de tu hojaldre. Opta por harina de trigo de buena calidad para obtener un hojaldre más suave y esponjoso.
El relleno puede variar: Aunque el hojaldre con espinacas y cebolla es delicioso, puedes probar con otros ingredientes como queso, jamón o incluso frutas para postres.
No temas experimentar con los rellenos y personalizarlo a tu gusto. Recuerda que el hojaldre es un arte que se domina con paciencia y práctica. ¡Así que manos a la obra y a disfrutar de esta receta especial!