Damos a la masa forma de rectángulo y añadimos tropezones por arriba. Después cortamos la masa en dos partes iguales, colocamos una mitad encima de la otra y amasamos ligeramente para que se repartan los tropezones.
Volvemos a dividir la masa en dos partes iguales. Tomamos la primera porción y la extendemos en forma de óvalo. Con un rodillo la aplastamos haciendo como un surco y dejando dos partes a cada lado de dicho surco, una mayor que la otra.
A continuación volteamos la parte más pequeña sobre la mayor y colocamos el stollen sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Hacemos lo mismo con la segunda porción.
Cubrimos los stollen con film y dejamos que fermenten durante una hora. Después, los metemos en el horno a 190º C, con calor por arriba y por abajo, durante 15 minutos.
Transcurrido este tiempo bajamos la temperatura a 165º C., y dejamos que se hagan otros 60 minutos. Posteriormente sacamos los stollen a una rejilla y los pincelamos con a mantequilla derretida.
Esperamos a que se enfríen casi del todo y los volvemos a pincelar. Antes de que la mantequilla se absorba espolvoreamos azúcar glas. ¡Deliciosos!
