Puedes incorporar el tamarindo en tu dieta de múltiples formas:
- Agua de tamarindo: Refrescante y digestiva, ideal para los días calurosos.
- Infusión de tamarindo: Perfecta para aprovechar sus propiedades antioxidantes.
- Pulpa fresca: Directamente de la vaina o comprada en forma de pasta.
- Dulces caseros: Usado tradicionalmente en golosinas y postres.
- Salsas y aderezos: Para carnes o ensaladas, especialmente en la cocina asiática y latinoamericana.