En una cacerola, coloca la leche condensada, la leche y la maicena disuelta.
Lleva a fuego medio y remueve constantemente hasta que la mezcla espese y adquiera una textura cremosa.
Retira del fuego y añade la crema de leche (nata), mezclando bien hasta integrar.
Deja que se enfríe unos minutos.
3️⃣ Monta la tarta
Vierte la crema sobre la base de galletas ya fría.
Agrega los duraznos picados repartidos por toda la superficie.
Cubre con una capa generosa de nata montada (chantilly).
4️⃣ Decora y refrigera
Decora con rodajas de durazno en la parte superior.
Si quieres un toque más dulce y brillante, puedes añadir un poco de caramelo líquido sobre los duraznos.
Lleva la tarta al refrigerador durante al menos 4 horas antes de servir.