Cuando el postre no necesita horno, solo cariño
Recuerdo que la primera vez que preparé esta tarta de piña sin horno fue en casa de mi yaya, en un verano caluroso en Sevilla. El horno estaba prohibido por el calor, pero las ganas de algo dulce eran más fuertes. Así nació esta receta, entre risas, rodajas de piña y el aroma irresistible del caramelo.
Ella me enseñó a colocar con cuidado cada rodaja de piña en el molde, a preparar el caramelo con mimo y a no tener prisa: “la nevera hace su magia”, decía siempre. Y tenía razón.
Todo lo que Verás en Esta Receta
Esta tarta es ese tipo de postre que no necesita presentación: solo verla con sus capas doradas y su textura cremosa, ya sabes que será un éxito. Es rápida, sin complicaciones y perfecta para cualquier ocasión. Además, al no usar horno, es ideal para el verano o para cuando simplemente no quieres complicarte la vida.