2. Baja la presión arterial
Gracias a su efecto vasodilatador, la moringa mejora la circulación sanguínea y contribuye al control natural de la hipertensión.
3. Reduce el colesterol
Actúa como un depurador natural, ayudando a disminuir el colesterol LDL (malo) y protegiendo la salud cardiovascular.
4. Fortalece el sistema inmunológico
Su alto contenido en vitamina C y antioxidantes refuerza las defensas naturales del cuerpo.
5. Combate la inflamación
Alivia dolores articulares, musculares y síntomas inflamatorios gracias a sus compuestos activos como la quercetina y el ácido clorogénico.
6. Mejora la digestión y el tránsito intestinal
Estimula el funcionamiento del hígado y limpia el sistema digestivo, combatiendo el estreñimiento y la acidez.
7. Aporta energía y combate la fatiga
Ideal para personas con agotamiento crónico, ya que su combinación de hierro y nutrientes revitaliza el cuerpo sin recurrir a estimulantes.
Cómo preparar el té de moringa
Ingredientes:
1 cucharadita de hojas secas de moringa (o 5-6 hojas frescas)
1 taza de agua
Preparación:
Hierve el agua.
Agrega las hojas de moringa y retira del fuego.
Tapa y deja reposar por 5 a 7 minutos.
Cuela y bebe. Puedes endulzar con miel natural si lo deseas.
Dosis recomendada: