El orégano es más que un condimento: tomado en forma de té, especialmente en ayunas, ayuda a limpiar el organismo, mejorar la digestión, desinflamar, combatir infecciones y activar órganos vitales como el hígado y los riñones.
Consumirlo en ayunas permite que el cuerpo absorba sus compuestos activos de forma óptima, potenciando sus beneficios desde el primer momento del día.
Ingredientes
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1 cucharadita de orégano seco (o 2 ramitas de orégano fresco)
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1 taza de agua (250 ml)
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Opcional: 1 cucharadita de miel o unas gotas de jugo de limón