Elige el Orégano: Asegúrate de que el orégano sea de buena calidad. Puedes usar orégano fresco o seco, según tu preferencia.
Hierve el Agua: Calienta una taza de agua hasta que hierva. Esto liberará los compuestos beneficiosos del orégano.
Prepara la Taza: Coloca las hojas de orégano en una taza resistente al calor. Si usas orégano fresco, aplástalo ligeramente.
Vierte el Agua Caliente: Vierte el agua hirviendo sobre las hojas. Cúbrelas bien para que se infundan sus propiedades.
Deja Reposar: Cubre la taza y deja reposar durante 5 a 10 minutos. Esto permite que el té libere todos sus beneficios.
Cuela y Personaliza: Cuela las hojas de orégano. Si lo prefieres, añade miel o limón para mejorar el sabor.
Disfruta: ¡Listo! Ahora puedes disfrutar de tu té de orégano, que te brindará múltiples beneficios.
Beneficios del Té de Orégano
El té de orégano ofrece muchos beneficios para la salud. A continuación, te mencionamos algunos de los más destacados:
Propiedades Antibacterianas: Ayuda a combatir infecciones bacterianas.
Antiinflamatorio: Reduce la inflamación en el cuerpo.
Antioxidante: Protege las células contra el daño oxidativo.
Antiviral: Puede ayudar a prevenir infecciones virales.
Fortalece el Sistema Inmunológico: Ayuda a reforzar las defensas del cuerpo.
Propiedades Antifúngicas: Combate infecciones por hongos.
Mejora la Digestión: Alivia la indigestión y promueve la salud intestinal.
Alivio del Resfriado: Alivia los síntomas del resfriado común.
Reducción del Estrés: Promueve la relajación y reduce el estrés.
Alivio de la Tos: Ayuda a aliviar la tos gracias a sus propiedades expectorantes.
Alivio de la Congestión Nasal: Facilita la respiración al aliviar la congestión.
Mejora Respiratoria: Ayuda con problemas respiratorios, como el asma.