Corta tiras largas de aproximadamente 1,5 cm de ancho.
Envuelve cada tira alrededor de una barra de queso (cortada de unos 7–8 cm de largo), solapando bien para que no se salga el queso al freír.
Calienta suficiente aceite en una sartén profunda a fuego medio (170–180 °C).
Fríe los tequeños por tandas, girándolos para que se doren de manera uniforme.
Retíralos y colócalos sobre papel absorbente.
Servir
Disfrútalos calientes y recién fritos, acompañados de salsas como guasacaca, mayonesa o salsa de ajo.