Enmantequilla y enharina un molde Bundt de 23 cm (9 pulgadas) y luego colócalo boca abajo sobre el fregadero para retirar el exceso.
Corta el chocolate blanco en trozos pequeños y derrítelo con la mantequilla en el microondas o al baño maría. Mezcla bien y tenlo a mano.
Tamiza la harina y la levadura química, tamizándolas dos veces hasta obtener un polvo fino.
Ahora separa las yemas de las claras en dos boles separados. Bate las claras a punto de nieve, añadiendo una pizca de sal. Cuando empiecen a formar espuma, añade 75 gramos de azúcar (la mitad del total). Usa una batidora eléctrica para obtener rápidamente una mezcla ligera, esponjosa y espumosa.
Prepara las yemas de huevo. Añade 1/2 cucharadita de extracto de vainilla y el azúcar restante (75 g) y bate hasta que la mezcla esté bien integrada, esponjosa, pálida y suave. El azúcar granulado debe disolverse por completo. Añade el chocolate blanco y sigue batiendo con la batidora, incorporando poco a poco la leche. Finalmente, incorpora la harina y la levadura química, mezclando bien, y luego incorpora las claras batidas con una espátula. Usa movimientos suaves hacia arriba para mantener la consistencia suave.
Transfiere la masa al molde y hornea durante 40-45 minutos.
Prueba con un palillo antes de desmoldar y solo si sale completamente seco.
Deja enfriar, desmolda y espolvorea con azúcar glas. ¡Disfrútalo, está delicioso!
