Receta natural: Mascarilla de tomate para manchas y arrugas
Ingredientes:
1 tomate maduro (orgánico preferiblemente)
1 cucharadita de miel pura
1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de gel de aloe vera natural
½ cucharadita de jugo de limón (opcional, solo si no tienes piel sensible)
Preparación paso a paso:
Lava bien el tomate y córtalo en trozos.
Colócalo en una licuadora o tritúralo con un tenedor hasta obtener una pulpa fina.
Añade la miel, el aceite de oliva y el gel de aloe vera.
Si lo deseas, incorpora el jugo de limón para potenciar el efecto aclarador.
Mezcla hasta obtener una pasta uniforme y suave.
Modo de uso:
Limpia tu rostro con agua tibia para abrir los poros.
Aplica la mezcla sobre la piel del rostro y cuello, evitando el área de los ojos.
Deja actuar durante 15 a 20 minutos.
Enjuaga con agua fría para cerrar los poros.
Seca suavemente con una toalla limpia y aplica tu crema hidratante habitual.
Recomendación: usa esta mascarilla 3 veces por semana para resultados visibles en pocas semanas.
Duración del tratamiento:
Para notar una piel más clara, luminosa y rejuvenecida, aplica el tratamiento durante 4 a 6 semanas consecutivas. Las manchas y arrugas profundas comienzan a atenuarse a partir de la segunda semana.
Beneficios del tomate para la piel (20 beneficios reales)
Aclara las manchas oscuras y cicatrices.
Elimina las células muertas.
Disminuye la apariencia de arrugas y líneas de expresión.
Combate los radicales libres responsables del envejecimiento.
Hidrata y suaviza la piel naturalmente.
Controla el exceso de grasa.
Reduce los poros abiertos.
Previene la aparición de granos y puntos negros.
Refresca y revitaliza el cutis.
Mejora la circulación facial.
Estimula la producción de colágeno y elastina.
Ayuda a desintoxicar la piel.
Tonifica y reafirma el rostro.
Protege de los rayos UV gracias al licopeno.
Alivia quemaduras solares leves.
Aporta luminosidad y brillo natural.
Repara tejidos dañados.
Suaviza la textura de la piel.
Uniformiza el tono facial.
Retrasa los signos visibles del envejecimiento.