En lugar de agua mineral, puedes usar leche de coco o cualquier leche vegetal; le dará un sabor más cremoso.
Utiliza mermeladas de temporada: arándanos, frambuesas o ciruelas para un contraste irresistible.
Añade una cucharadita de cacao a la masa para un toque de chocolate.
Para una textura crujiente, puedes espolvorear semillas de sésamo o frutos secos picados sobre la masa antes de hornear.
Si prefieres un postre más sustancioso, añade un plátano maduro y bien machacado a la masa.
Cómo me gusta servir esta receta
Me encanta disfrutar de este bizcocho caliente a primera hora de la mañana, cuando el aroma de la mermelada y su textura suave me reconfortan al instante. También es perfecto como merienda con una taza grande de té de hierbas. En verano, lo sirvo con una cucharada de nata montada vegana y fruta fresca, y en invierno, con canela y nuez moscada para un toque acogedor y festivo.
Notas
El bizcocho está más rico recién hecho, cuando aún está caliente y esponjoso.
Puedes guardar la masa sin hornear en el frigorífico hasta 24 horas, pero recomiendo hornearla inmediatamente para obtener mejores resultados. Conclusión: Esta receta de pastel de mermelada, rápida y fácil, es un tesoro de la cocina de la abuela que trae recuerdos, sabor y consuelo a cualquier momento de ayuno; ¡una verdadera alegría al alcance de todos!