1️⃣ Prepara la masa:
En un bol grande, mezcla la harina, la miel, la levadura seca, el polvo para hornear y el agua tibia. Amasa bien hasta obtener una textura suave y homogénea.
2️⃣ Deja reposar:
Cubre el bol con un paño limpio y deja reposar la masa durante 2 horas en un lugar cálido. Verás cómo crece y se vuelve esponjosa.
3️⃣ Forma los triángulos:
Espolvorea un poco de harina sobre la superficie de trabajo y estira la masa con un rodillo hasta que quede de un grosor medio.
Corta en triángulos con un cuchillo o cortador de pizza.
4️⃣ Fríe los triángulos:
Calienta aceite en una sartén a temperatura media (no muy caliente).
Fríe los triángulos hasta que estén dorados por ambos lados y bien inflados.
5️⃣ Rebózalos en azúcar:
Retira los triángulos del aceite, escúrrelos sobre papel absorbente y pásalos inmediatamente por azúcar para que se impregnen bien.
🍯 Resultado final
El resultado es un panecillo dulce, tierno por dentro y ligeramente crujiente por fuera, con ese toque irresistible de azúcar que recuerda a los mini brioches o donas caseras.
Una receta fácil, rápida y económica que encantará a toda la familia. 💛