Mezclar los ingredientes: Combina la carne de cangrejo y el salmón ahumado en un bol.
Agregar condimentos: Para un sabor más intenso, añade un poco de jugo de limón, pimienta recién molida o hierbas aromáticas como eneldo o cebollino.
Extender sobre la base: Distribuye el relleno de manera uniforme sobre la base fría, dejando un pequeño margen en los bordes para evitar que se desborde al enrollar.
Sugerencia gourmet: Incorporar unas cucharadas de mayonesa ligera o un poco más de queso crema al relleno le dará una textura más cremosa y fácil de untar.
Paso 4: Enrollado y refrigeración
Enrollar con cuidado: Usa el papel vegetal como guía para enrollar la base. Presiona suavemente para mantener la forma, sin apretar demasiado para que el relleno no se salga.
Refrigerar: Envuelve el tronco en papel film y refrigéralo durante al menos 1-2 horas. Esto permite que los sabores se integren y la textura se compacte, facilitando el corte en rodajas perfectas.
Decorar antes de servir: Coloca los langostinos pelados sobre el tronco, espolvorea ralladura de limón y cebollino picado. Puedes añadir cuartos de limón para un toque fresco y visualmente atractivo.
Tip de presentación: Servir el tronco sobre hojas de lechuga o rúcula no solo añade color, sino también frescura al plato, destacando su elegancia.
Paso 5: Servir y disfrutar
Cortar en rodajas: Haz cortes uniformes para que se aprecien las capas de la base y el relleno.
Presentar con estilo: Sirve en un plato decorativo acompañado de los langostinos y cuartos de limón. Cada rodaja revelará la combinación de mariscos y queso, ofreciendo un contraste delicioso de sabores y texturas.
Maridaje: Este plato combina a la perfección con un vino blanco seco o un espumoso. También puedes añadir un hilo de aceite de oliva virgen extra sobre los langostinos antes de servir.
Ideal para ocasiones especiales: Gracias a su presentación y sabor refinado, este tronco de marinos es perfecto para cenas elegantes, reuniones familiares o celebraciones.