Crujiente, cremoso y adictivo: este turrón de chocolate con arroz inflado es el capricho perfecto para compartir en fiestas, regalar o tener siempre a mano. Se prepara con pocos ingredientes, en minutos, y no requiere experiencia avanzada. El contraste entre el chocolate sedoso y el arroz inflado hace que cada bocado estalle en textura. Además, puedes personalizarlo con frutos secos, un toque de sal o miel para un acabado brillante. Ideal para hacer con niños y triunfar con un dulce casero que siempre sale bien.
1. Forra un molde de turrón o un molde de pan (aprox. 22 x 10 cm) con papel de hornear. Unta ligeramente con el aceite para que el papel se adhiera y luego sobresalga por los lados para desmoldar fácil.
2. Trocea el chocolate en piezas pequeñas y colócalo en un bol resistente al calor junto con la mantequilla y la miel. Este corte fino ayuda a fundir de forma uniforme y evita recalentar.
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3. Derrite al baño maría suave (sin que el agua toque el bol) o en microondas en tandas de 20–30 segundos, removiendo entre cada tanda. Retira cuando aún queden pequeños trozos y mezcla hasta que se terminen de fundir con el calor residual; así evitas que se queme.
4. Incorpora la vainilla y la sal y mezcla hasta integrar. Prueba el dulzor; si te gusta más dulce, añade un poco más de miel al gusto (calienta 5–10 segundos para homogeneizar).
5. Vierte el arroz inflado (y los frutos secos si usas) en el bol y mezcla con espátula de silicona, haciendo movimientos envolventes para no romper demasiado los granos. Busca cobertura uniforme, sin charcos de chocolate en el fondo.
6. Pasa la mezcla al molde y distribuye con la espátula. Golpea suavemente el molde sobre la encimera 2–3 veces para asentar y eliminar bolsas de aire; esto mejora el corte y la textura.
7. Alisa la superficie con la espátula ligeramente engrasada. Si deseas acabado brillante, deja reposar 2–3 minutos y vuelve a alisar; el chocolate comenzará a espesar y quedará más liso.
8. Deja enfriar a temperatura ambiente hasta que esté firme (1–2 h, según clima). Para acelerar, refrigera 20–30 minutos, evitando enfriar en exceso para que no se apague el brillo ni se humedezca luego.
9. Desmolda tirando del papel y corta con un cuchillo grande y caliente (pásalo por agua caliente y sécalo). Limpia la hoja entre cortes para bordes nítidos.
10. Conserva en recipiente hermético en lugar fresco y seco 1–2 semanas. Si hace calor, guarda en nevera y atempera 10 minutos antes de servir para recuperar la textura.