Tus manos esconden el don que siempre has buscado

Entre diálogos místicos, reflexiones profundas y certezas que estremecen, surge una conclusión inevitable:
tu verdad está escrita en tus manos.
Ahí se encuentran tus heridas, tu potencial, lo que vienes a aprender y el don que siempre has buscado.
Francisco recuerda que todos tenemos una misión, y que reconocerla requiere mirar hacia adentro… y atreverse a leer lo que siempre estuvo frente a nosotros.

Las manos no solo toman, sostienen o abrazan. También hablan. Y, según este encuentro revelador, guardan el mayor tesoro: el mensaje que la vida te destinó.

 

Leave a Comment