Un adolescente de 13 años pierde parte de su intestino tras tragarse casi 200 imanes comprados en Temu.

En total, se le practicó una resección ileocólica y dos resecciones parciales adicionales. Aunque el joven se recuperó, los médicos advirtieron que pudo haber sido mortal si la atención se retrasaba unas horas más.

Por qué los imanes de neodimio son tan peligrosos
Los imanes de neodimio son mucho más potentes que los comunes. Su fuerza de atracción es tan alta que pueden unirse incluso a través de varios pliegues intestinales. Cuando eso ocurre, el tejido atrapado entre ellos se comprime y deja de recibir sangre, generando perforaciones, fístulas e infecciones potencialmente fatales.

Estudios recientes estiman que entre el 75% y el 87% de los casos de ingestión múltiple de imanes en niños terminan en cirugía. A diferencia de otros objetos ingeridos, como monedas o pilas pequeñas, los imanes pueden adherirse en distintos puntos del tracto digestivo, convirtiéndose en una amenaza dinámica que evoluciona en cuestión de horas.

Los investigadores también destacan un problema creciente: el acceso fácil a estos productos a través de plataformas digitales. Aunque en países como Australia y Nueva Zelanda la venta de imanes potentes está prohibida, muchas familias los adquieren sin saberlo mediante tiendas en línea extranjeras como Temu o Shein. Los controles aduaneros, en muchos casos, no detectan los riesgos asociados.

Cómo detectar a tiempo una emergencia
Reconocer los signos de una posible ingesta es clave para salvar vidas. Si un niño o adolescente traga imanes, incluso uno solo, se recomienda acudir inmediatamente a un servicio de urgencias. Los síntomas pueden tardar en aparecer, pero el daño interno avanza rápido.

Entre las señales de alerta se incluyen dolor abdominal persistente, vómito, fiebre, sensibilidad al tacto o ausencia de evacuaciones. Una radiografía suele ser suficiente para detectar los imanes, que se alinean formando cadenas o agrupaciones características. En algunos casos, los médicos realizan una endoscopia para retirarlos antes de que causen daños mayores.

Es fundamental no inducir el vómito ni administrar laxantes, ya que esto puede agravar la situación. Si la ingesta es reciente, los especialistas evalúan si es posible extraer los imanes mediante endoscopia. Si ya pasaron al intestino delgado o hay sospecha de perforación, se procede a cirugía de emergencia.

Qué medidas recomiendan los expertos
Los especialistas subrayan tres líneas de acción. La primera es la educación preventiva: explicar de forma clara a los niños y adolescentes que los imanes no son juguetes y que su tamaño pequeño no los hace inofensivos. Mostrar cómo dos imanes pueden “pellizcar” una servilleta entre ellos puede ayudar a visualizar el daño que causan dentro del cuerpo.

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