La salud del corazón depende tanto de lo que hacemos como de lo que comemos. Un reconocido cirujano cardíaco advierte que, aunque muchos creen llevar una dieta equilibrada, algunos alimentos aparentemente “inofensivos” están silenciosamente dañando el corazón.
Obstruyen las arterias, aumentan el riesgo de infartos y enfermedades cardiovasculares. Saber cuáles son y reducir su consumo puede marcar una gran diferencia en nuestra calidad de vida y longevidad.