Estos alimentos suelen estar cargados de sodio, grasas poco saludables y aditivos que afectan la función cardiovascular y el equilibrio metabólico. Aunque son prácticos, su consumo frecuente puede acelerar el envejecimiento del sistema circulatorio.
Por qué evitarlas: generan inflamación crónica y acumulación de grasa visceral, que presiona los órganos internos, incluido el corazón.
Alternativa saludable: prioriza comidas caseras elaboradas con ingredientes frescos, vegetales y granos integrales.
Consejos del especialista para proteger tu corazón
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Reduce el consumo de sal: no solo la que añades al cocinar, sino la que viene oculta en alimentos procesados.
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Aumenta la ingesta de fibra: avena, legumbres y frutas ayudan a mantener los niveles de colesterol bajo control.
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Haz ejercicio regularmente: al menos 30 minutos diarios de caminata o actividad física moderada fortalecen el corazón.
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Evita fumar y limita el alcohol: ambos son enemigos silenciosos de la salud cardiovascular.
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Realiza chequeos médicos periódicos: detectar a tiempo los desequilibrios de presión, colesterol o azúcar puede salvar vidas.