Un donante de esperma transmitió un gen cancerígeno a casi 200 niños en 14 países: algunos ya murieron por cáncer.

Conclusiones
Para las familias afectadas, el primer paso es el asesoramiento genético y la prueba específica de TP53 en los hijos concebidos con este donante. Quienes sean portadores deberían entrar en programas de vigilancia oncológica intensiva basados en protocolos como el “Toronto Protocol”.

A nivel sanitario, este caso muestra que la seguridad en reproducción asistida no puede basarse solo en análisis limitados y regulación fragmentada por país. Es necesario un enfoque coordinado que integre cribado genético actualizado, límites de uso por donante y sistemas de registro compartidos.

Aunque la combinación de una mutación tan rara con un uso tan amplio del semen de un único donante es excepcional, el impacto ha sido profundo para casi 200 familias. Para reducir riesgos futuros, la mejora de los controles y la transparencia debe convertirse en una prioridad real en este campo.

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