Reducir productos procesados y azúcar oculta.
Elegir carbohidratos integrales y alimentos naturales.
Consultar a un profesional ante síntomas persistentes.
El Dr. Luis Luna señala que el daño nervioso no aparece de un día para otro: es consecuencia de hábitos repetidos. Sin embargo, pequeñas decisiones diarias —como hidratarse mejor, vigilar la B12 y reducir harinas refinadas— pueden ayudar a recuperar sensibilidad, equilibrio y estabilidad nerviosa.