La sal marina ayuda a equilibrar la función suprarrenal, clave para estabilizar el cortisol.
Juntas, favorecen un descanso más profundo y reducen los despertares repentinos.
La mezcla mantiene estable la liberación de glucosa nocturna, evitando que el cuerpo active una “alarma interna” de estrés.
Cómo tomarla:
Coloca la cucharada de miel en una tacita pequeña.
Añade apenas una pizca de sal marina (menos de un cuarto de cucharadita).
Consume la mezcla 20 a 30 minutos antes de dormir.
También puedes disolverla en una infusión tibia, como manzanilla o toronjil.
Rutina nocturna que potencia su efecto
La cucharada funciona aún mejor si se combina con hábitos que promuevan la calma natural del cuerpo.
1. Respiración profunda de 4 tiempos
Inhala 4 segundos, exhala 4 segundos, por 3 a 5 minutos.
Reduce la activación del sistema nervioso simpático.
2. Ambiente preparado
Luz cálida y tenue.
Habitación fresca.
Evitar pantallas 45 minutos antes de dormir.
3. Meditación corta o lectura ligera
Calma el flujo de pensamientos y favorece la relajación.
Infusiones y alimentos que ayudan a bajar el cortisol
Estas opciones son excelentes aliadas:
Manzanilla
Toronjil (melisa)
Lavanda
Tilo
Banana madura
Avena tibia
Almendras
Todos contribuyen a la relajación y a la estabilidad emocional.
Un apoyo natural ideal para mayores de 50 años
La combinación de miel cruda orgánica con sal marina, junto a una rutina nocturna adecuada, puede marcar una diferencia real en la calidad del sueño.
Es un método suave, natural, económico y fácil de incorporar para quienes buscan descansar mejor sin depender de medicamentos.