-
Corta los filetes de pollo por la mitad (para hacer 8 piezas más delgadas).
-
Pica ligeramente o simplemente sazona cada pieza con sal, pimienta y ajo seco.
-
Deja marinar por 30 minutos en el refrigerador, cubierto con papel film, para que tome sabor.
Consejo adicional: Si deseas más profundidad de sabor, añade al marinado un chorrito de limón o un poco de vino blanco seco. También puedes usar un poco de aceite de oliva para que el pollo no se seque.
2. Preparar el relleno y formar los rollos:
-
Corta el tomate en rodajas finas o cubos pequeños; pica el perejil.
-
Mezcla el tomate con el queso rallado o cortado, y el perejil.
-
Coloca una porción del relleno sobre cada filete marinado.
-
Enrolla cada filete bien firme sobre sí mismo y asegúralo con palillos.
Consejo: Para que los rollos no se abran, puedes atarlos con hilo de cocina además de usar palillos, o usar un aro de silicona si lo tienes.
3. Preparar la salsa y hornear los rollos:
-
Mezcla 2 cucharadas de yogur con 2 cucharaditas de mostaza, salpimienta al gusto.
-
Unta cada rollo con esta salsa, pincelándolos o bañándolos generosamente.
-
Coloca todos los rollos en una fuente apta para horno, rocía con un poco de aceite por encima.
-
Hornea a 180 °C (356 °F) durante 35 minutos, o hasta que el pollo esté bien cocido y ligeramente dorado por fuera.
Consejo: Para una costra más dorada, puedes encender el grill (función gratinar) los últimos 5 minutos del horneado, vigilando que no se quemen.