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Regula los niveles de glucosa: ayuda a reducir los picos de azúcar después de las comidas.
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Aumenta la energía: muchas personas reportan sentirse más ligeras y menos cansadas.
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Protege las células: su contenido antioxidante combate el estrés oxidativo, clave para prevenir complicaciones de la diabetes.
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Favorece la digestión: la fibra de las hojas mejora el tránsito intestinal.
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Apoya el sistema inmunológico: sus compuestos fortalecen las defensas naturales del cuerpo.
🕒 Cómo y cuánto consumir
Comienza con un vaso pequeño una o dos veces al día y observa cómo responde tu cuerpo.
Recuerda: la moderación es esencial. Incluso los remedios naturales pueden causar efectos indeseados si se consumen en exceso.
Acompaña este hábito con una alimentación saludable, actividad física regular y controles médicos periódicos para asegurar que el nivel de azúcar se mantenga estable.
